Siempre que te sientas solo, angustiado o enfermo, podés invocar
a tu Ángel, él te va a ayudar y escuchar. Podés invocarlo en casos de peligro o
para que te de valor al afrontar compromisos importantes o al enfrentarte ante
situaciones límite. También podés llamarlo para alegrar y proteger a tus hijos,
para que te ayude a vencer cualquier sentimiento negativo, o para
liberarte de viejas estructuras, para reformarlas y para poner una energía
nueva y transformadora en tu trabajo y en tus relaciones. Siempre tu Ángel
guardián te asistirá.
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